¿Quién es el jugador que fue traspasado por no vender camisetas?, ¿Cómo se enteró de la salida de Morientes?, ¿qué jugadores propuso para sustituir a Hierro?.
Carlos Queiroz, quien fuera entrenador del Real Madrid en la temporada 2003-2004, dio respuesta a estas y a otras muchas preguntas durante una entrevista al diario portugués ‘Tribuna Expresso’. El ahora seleccionador de Irán se despachó a gusto con el club blanco y su presidente, Florentino Pérez, y destapó algunas de las historias más extrañas durante su etapa en Chamartín.
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El técnico portugués llegó para ponerse a las órdenes del Real Madrid de los galácticos. La llegada de David Beckham, que estaba llamado a ser un ídolo mediático en el Bernabéu, suponía la salida de algún jugador del centro del campo para dar entrada al inglés, ya que la banda estaba ocupada por Luis Figo. El elegido fue Claude Makelele, un mediocentro puramente físico que hacía levantarse de los asientos a los aficionados merengues por su poderío y su contundencia en la medular, pero, según Queiroz, para Florentino Pérez no valía solo con eso y decidió darle salida porque “no vendía suficientes camisetas”.
El siguiente peso pesado en salir en ese inicio de temporada fue Fernando Morientes. El entrenador luso cuenta que, tras levantar la Supercopa de Europa, habló con él y le dijo “hasta el martes”, a lo que el delantero respondió: “Mister, me han cedido al Mónaco”, ante la sorpresa de su técnico.
Habló también de que Florentino se deshizo de Fernando Hierro, el capitán de aquel Real Madrid, tras no renovar el contrato a Vicente del Bosque. Entonces, Queiroz propuso el fichaje de Gabi Milito, que no llegó a hacerse realidad porque el argentino tenia una “rodilla de riesgo”. Posteriormente el portugués propuso a su compatriota Luisao, el central del Benfica, y fue rechazado, y también a un joven central que jugaba en el Marítimo que podría llegar al club por un millón de euros. Aquel defensa era Pepe, que llegó años después tras desembolsar 30 millones.
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Carlos Queiroz no se cayó nada y terminó afirmando que “hubo tres pecados mortales cuando estuve en el Madrid. Los de las tres M: Milito, Makelele y Morientes. Esos tres pecados mortales costaron tres o cuatro entrenadores después de mi etapa y muchos millones de euros para reconstruir el Madrid. Estos tres pecados marcaron la historia. Una historia que fue mal”.
Sin embargo, el portugués aseguró que aceptaría volver a entrenar al club de la capital española, pese a su duro y corto paso por el banquillo madridista. Y admitió que no era una mala idea la de aquel Real Madrid que buscaba mezclar grandes jugadores con jóvenes en formación. Quizá un proyecto semejante al que Florentino busca ahora, teniendo grandes estrellas en sus filas y fichando, aunque esta vez sea por grandes sumas de dinero, a jóvenes promesas que puedan destacar en el futuro.