El Real Madrid no pasa por su mejor momentos, eso es obvio. El equipo aúna la falta de gol con cuatro partidos sin conocer la victoria, entre Champions y Liga. La marcha de Cristiano Ronaldo ha pasado factura y tras diversos veranos sin un gran fichaje se esperaba la llegada de varíos ‘Galácticos‘ pero la mayor incorporación ha sido Mariano. Los aficionados piden la llegada de una nueva estrella pero Florentino tiene otros planes.
Como ya pudimos ver en la asamblea de socios, el presidente blanco necesita dinero para la reforma y renovación del templo madridista y, no precisamente poco, pues tiene un presupuesto que ronda los 500 millones. Para saldar con esta futura deuda, contrató al canadiense Dave Hopkinson, un ‘gurú’ del marketing que llegó procedente de Maple Leaf Sports & Entertaintment (MLSE) un grupo canadiense propietario de varias franquicias del deporte norteamericano como los Raptors de la NBA o Toronto FC, campeón de la MLS en 2017. Florentino le marcó un objetivo: encontrar un patrocinador que pusiera apellido al estadio, o en el peor de los casos, que le cambiara el nombre. Una tarea que parecía sencilla se ha convertido en una que parece casi imposible y es que desde que llegó Hopkinson la primavera pasada, solo ha recibido negativas por parte de todas las empresas con las que ha hablado.
Image by Álvaro Carreño
Pero, ¿cómo puede ser que uno de los clubes más grandes del mundo no encuentre patrocinador para su estadio? Pues ese es justamente el problema, una de las razones para decirle ‘no’ al Real Madrid es su gran nombre y simbología. El Santiago Bernabéu está tan unido a la imagen del club y es tal su leyenda que los inversores temen que el mismo estadio engulla su nombre, que la leyenda pase por encima del espaldarazo financiero.
El segundo impedimento es la reforma como tal. Los ‘naming rights’ cada vez son más comunes. Son derechos que conceden los clubes a sus patrocinadores con tal que financien la construcción de su nuevo estadio. El caso más reciente y polémico es el del Atlético de Madrid con el Wanda Metropolitano pero hay muchos más como el Bayern de Münich con el Allianz Arena o el Arsenal con el Emirates Stadium. Florentino no se plantea construir un nuevo estadio y solo ve posible una reforma del actual por lo que solo queda esperar.