El propietario del Chelsea, Román Abramóvich, se ha cansado de ver como su club se ve afectado por los comportamientos de algunos de sus seguidores más radicales y quiere decir adiós a todos esos gestos que dañan a su institución.
El club quiere evitar que se repitan una serie de incidentes racistas que vienen produciéndose en las últimas fechas y para ello ha ideado una propuesta cuanto menos curiosa.
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Según el diario inglés ‘The Sun‘, la idea que tiene la directiva del Chelsea para sus aficionados más fanáticos es impartir cursos de formación, con el objetivo de reeducarlos en valores contrarios al racismo. Lo que destaca dentro de este plan es que el conjunto londinense piensa llevar a estos ‘Hooligans‘ al campo de exterminio y concentración de Auschwitz, en Polonia, para que comprendan las barbaridades que allí se produjeron y así cambien su conducta.
Estos cursos suponen una alternativa a la prohibición de entrar al estadio para los últras de los ‘blues‘ a lo largo de la temporada. Un proyecto que se entiende mejor sabiendo que Abramóvich es judío y visitó Auschwitz, junto al resto de la dirección del Chelsea, para cerciorarse de que su idea era factible.
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Desde el club se entiende que las medidas restrictivas no están sirviendo de nada y buscan atajar el problema de raíz, reconduciendo el comportamiento de sus hinchas desde la educación. Su presidente, Bruce Buck, lo confirmó: “Si solo les prohíbes la entrada, nunca cambiarás su comportamiento”.
Sin embargo, Román Abramóvic es un hombre de negocios y no iba a dejar escapar esta curiosa medida para sacar algún provecho. Sabiendo que es un tema delicado, que genera cierto morbo en la sociedad, ha decidido hacer de esta iniciativa una película, que ha creado el guionista del barrio de Chelsea, Ivon Baddiel. Una cinta que podría ser utilizada también para concienciar al resto de personas que no formen parte de esas sesiones formativas.